Por Pablo Miranda Ramírez
Guadalajara, Jalisco. (Agencia Informativa Conacyt).- Ver el pasado puede ser tan simple como mirar las estrellas. Para entender el espacio, sus cambios y sus dimensiones, la creatividad y curiosidad humanas siempre buscan innovar, y científicos, como el premio nobel de física George Smoot, no se detienen en la búsqueda de nuevos métodos para explorar el universo.
Para investigar el universo se han usado diferentes técnicas y tecnologías, desde telescopios ópticos hasta algunos especializados en observar otro tipo de fuentes de energía; las ondas gravitacionales, que fueron predichas por el físico Albert Einstein hace poco más de un siglo, también han sido uno de los misterios astronómicos que poco a poco se han ido desvelando.
Ondas gravitacionales, el legado de Albert Einstein fue la conferencia que ofreció el nobel de física durante las actividades de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), como parte de las actividades científicas que se realizan. En el encuentro, el astrofísico habló sobre el origen del descubrimiento de estas ondas y cómo poco a poco los científicos han buscado las formas de experimentar y profundizar en su estudio.
“Cuando veo una gran ecuación como la de Einstein, E=mc2, encuentro que algunas ecuaciones son como un haiku. Un reducido número de conceptos que encajan a la perfección, y esto te dice aquello y aquello te dice esto”.
El científico explicó que a pesar de que las ondas gravitacionales fueron predichas hace casi 100 años, apenas en 2015 se observaron de forma directa a través de experimentos con tecnologías como el Observatorio de Detección de Ondas Gravitacionales LIGO. Las ondas se forman luego de que dos objetos supermasivos colisionan y generan una perturbación en el espacio-tiempo que viaja a la velocidad de la luz.
A través de videos, Smoot demostró cómo se generan las ondas gravitacionales, y detalló que estas pueden emitirse luego de que dos agujeros negros se acercan hasta fusionarse en un objeto de gran masa y energía, lo que produce las ondas (en un movimiento similar a un remolino) que viajan por el universo. Estas ondas, pese a ser leves y casi imperceptibles, pueden ser observadas en la Tierra, e incluso ser escuchadas.
Para captar estas ondas, en la actualidad los científicos han montado observatorios y experimentos para estudiar las características de este fenómeno. Smoot explicó que LIGO (Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory) es un centro de investigación estadounidense que utiliza láseres para estudiar el comportamiento de las ondas.
LIGO cuenta con dos túneles en los que constantemente emiten láseres de ida y vuelta. Cuando una onda gravitacional atraviesa la Tierra, las características y el comportamiento de los láseres se ven modificados.
Estas ondas pueden ser captadas para entender las dimensiones y características de ciertas zonas del universo, y así crear un mapa cósmico basado en las ondas que fueron emitidas por objetos celestes hace millones de años.
Entre futuros ingenieros
Aún hay más ciencia en la FIL: |
Además de su participación en el recinto que alberga a la FIL, el nobel de física también ofreció una plática con estudiantes del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
En ese campus universitario, Smoot compartió las experiencias y experimentos que han pasado desde su reconocimiento internacional tras ganar el Nobel de Física en 2006, hasta sus colaboraciones y aportaciones a la astronomía; además, el científico también bromeó con su participación en la comedia estadounidense The Big Bang Theory.
Junto con el astrofísico tapatío, el doctor Eduardo de la Fuente Acosta, el nobel de física continuó con su plática acerca del legado de Einstein y el descubrimiento de las ondas gravitacionales, además de hablar de su trabajo en el libro Las arrugas del tiempo.
George F. Smoot es profesor de física en la Universidad de Berkeley, California, y obtuvo su doctorado en física por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). Junto con John C. Mather fue galardonado en 2006 con el Nobel de Física debido a su trabajo con la radiación de fondo de microondas en el Explorador del Fondo Cósmico COBE.