Fuente: Antimio Cruz, Crónica, www.cronica.com.mx
El Instituto de Energías Renovables (IER), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), creó tres calculadoras solares, que son programas de cómputo útiles para medir cuánta agua caliente producen diferentes equipos de energía termosolar y cuál es el ahorro que obtienen quienes deciden cambiar las calderas de gas y combustóleo por equipos solares.
El desarrollo de la UNAM ha logrado un nivel de complejidad que permite conocer la cantidad de joules o unidades de energía, que capta un sistema solar, y así se puede lograr una comparación con la cantidad de joules que se obtienen por litro o kilo de otros combustibles.
El objetivo de la UNAM es que la industria y los compradores de tecnologías termosolares conozcan y usen estas calculadoras antes de invertir en equipos para que puedan seleccionar los que más convengan para su necesidad en particular. Para poder usar las calculadoras la UNAM planea otorgar algo parecido a licencias de uso, que permitirían el acceso a la calculadora por medio de internet y cada usuario introduciría los datos del equipo que quiere evaluar.
TRES CALCULADORAS. Las calculadoras solares fueron presentadas a industriales y académicos en el encuentro Fortaleciendo la Industria Solar, que organizó la UNAM el 2 de marzo en Cuernavaca, Morelos. Ahí se informó que ya se cuenta con tres calculadoras solares: 1) para vivienda o sistemas termosifónicos; 2) para sector comercial o industrial, que son llamados sistemas de convección forzada, y 3) para albercas, que tienen un desempeño diferente por la pérdida de calor que ocurre cuando el agua calentada está en contacto con la brisa y el viento.
Estos programas de cómputo o software sirven para medir el rendimiento de diferentes tecnologías en distintas geografías, pues la energía solar se aprovecha de diferente manera dependiendo de la altitud y del ángulo de incidencia de la radiación, entre otras variables. Con los datos de ahorro se puede también calcular en cuánto tiempo hay retorno de la inversión al comprar un equipo solar de calentadores de agua.
Uno de los ejemplos de cómo se usan las calculadoras se presentó en el lugar donde la UNAM organizó el foro, que es la Hostería las Quintas, de Cuernavaca. Ahí se han sustituido calderas y calentadores de agua por equipos termosolares y el ahorro de combustibles se puede ver, en tiempo real, en una pantalla, en la entrada del hotel, donde se mira cómo la calculadora va procesando la cantidad de calor que se recibe del sol, se retiene y usa.
“Existen diferentes datos con los que se alimenta a la calculadora, pero lo más importante es conocer lo que llamamos la curva de rendimiento diurno y la curva de pérdida nocturna. Esto se refiere a la cantidad de calor que puede captar la tecnología que se ha seleccionado para estudiar y la cantidad de calor que pierde ese mismo sistema durante las horas que no recibe sol”, explicó el doctor Octavio García Valladares, quien es investigador del IER-UNAM y responsable técnico del proyecto “Estudio sobre el uso de la energía solar en aplicaciones residenciales, industriales y comerciales en diferentes estados del país”.
“Las calculadoras solares que hemos desarrollado toman en cuenta otros datos importantes relacionados con la localización geográfica del equipo que queremos evaluar, el número de usuarios del agua del sistema y la temperatura que se busca que tenga el agua para los usuarios. Lo común es calcular 40 litros de agua diarios por persona, a temperaturas de hasta 45 grados centígrados”, dijo el doctor García Valladares.
Estas calculadoras son uno de los diferentes logros del proyecto 190603 del Fondo Institucional de Fomento Regional para el desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación (Fordecyt).