La fruta en rebanadas podría ser protegida con la capa elaborada por la UNAM
Por Antimio Cruz
Dos grupos diferentes de investigadores mexicanos elaboraron recubrimientos comestibles que pueden ser aplicados en la superficie de frutas (rebanadas o con cáscara) para prolongar el tiempo que pueden ser exhibidas para su venta, sin descomponerse. Uno de los grupos trabaja en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el otro en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP)
El primer proyecto de investigación, se llama “Nanorecubrimiento para frutas y vegetales frescos”, fue concebido por científicos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, de la UNAM. Consiste en la elaboración de una delgada capa protectora, hecha con lípidos comestibles, que puede ser aplicada a fruta rebanada y así permite que se duplique el tiempo que tardan estos productos en marchitarse o ponerse oscuros mientras están en exhibición.
“Nosotros hicimos nanorecubrimientos que imitan los sistemas coloidales que naturalmente tiene la fruta para su protección”, indicó el doctor Quintara al hablar sobre su desarrollo. El investigador de la UNAM había trabajado anteriormente en la elaboración de recubrimientos para fármacos y así ayudar a la liberación controlada de medicamentos.
Este recubrimiento fue elaborado por un equipo integrado por los investigadores David Quintanar, Luz María Zaragoza y Alfredo Álvarez Cárdenas, quienes se plantearon el reto de prolongar la vida de los frutos que serán comercializados para hacer más eficiente la cadena de distribución de frutos y disminuirla merma o pérdida por descomposición.
Originalmente se desarrolló un recubrimiento para aplicar sobre la cáscara de los frutos, pero posteriormente se avanzó un paso más y se elaboró un recubrimiento comestible que se aplica sobre la pulpa de la fruta rebanada sin cambiar su color, textura ni sabor.
Recubrimiento elaborado en Puebla
En otra región del país, investigadores de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla también trabaja en la elaboración de biopelículas que pueden prolongar la vida de la fruta exhibida en anaquel. En este caso, la capa protectora tiene el beneficio de que disminuye el crecimiento de hongo en alimentos hasta un 60%.
Raúl Ávila Sosa Sánchez, líder de la investigación explicó que en su modelo de capa protectora añaden antimicrobianos de origen natural a las películas, obtenidos a partir de especias como el orégano. De este modo retardan la migración de la humedad, gases y la transpiración del fruto.
Este recubrimiento ha sido diseñado para aplicarse sobre la cáscara del fruto, mientras que el recubrimiento de la UNAM se enfoca más en la protección a la fruta rebanada.